Impacto de Residuos Domiciliarios Líquidos en Ecosistemas Acuáticos y Biodiversidad:El Agua, la Vida y los Materiales
- Red Cientifica Escolar
- 20 ago
- 12 Min. de lectura
Actualizado: 20 ago
Estación 2 - Experimentando con el pH y sus efectos en sistemas biológicos y materiales.

ESTACIÓN 2
Contenido
- Mediciones de pH con distintos dispositivos.
- Cantidad de agua potencialmente afectada por un cambio de pH
Mediciones de pH:
Demostración experimental de papel tornasol rojo, azul y universal (Carolina Kit pH)

Demostración experimental de pH-ímetros digitales.
Servirán para dos cosas: mostrar que el instrumento digital es más preciso (1 decimal) que las tiras de papel (0 decimal), y para mostrar cuánta agua "normal" o de la llave, necesita un líquido de uso cotidiano para acercarse a un pH neutro.
para esto, se tomará un vaso de precipitados de 500 mL (de los más grandes que tengamos) y se pondrá una pequeña cantidad (10 mL por ejemplo) de líquido de muestra (se puede invitar a probar muestras diversas, como café, jugo, aceite, y otros de uso común), y con la Tablet podemos mostrar como el pH comienza a acercarse a la normalidad sin alcanzarla nunca (recuerden los cálculos de la feria anterior; 10 mL de limpiador requiere 100 o 1000 litros de agua para alcanzar "teóricamente" la neutralidad.
Efecto del pH sobre la germinación:
El pH del sustrato o medio de germinación es un factor abiótico crítico que influye directamente en procesos fisiológicos y bioquímicos clave durante la germinación de las semillas. Actúa sobre la imbibición, la actividad enzimática, el metabolismo respiratorio y la movilización de reservas. El efecto no es uniforme; existe un rango óptimo de pH (generalmente entre 5.5 y 7.5 para la mayoría de las especies), fuera del cual la germinación se inhibe o reduce significativamente. La respuesta específica al pH varía enormemente entre especies, reflejando sus adaptaciones ecológicas a los hábitats naturales.
Mecanismos de Acción del pH en la Germinación (Fundamentación Científica)
La literatura científica identifica varios mecanismos a través de los cuales el pH ejerce su efecto:
Imbibición y Permeabilidad de la Membrana: El pH afecta la estructura y porosidad de las cubiertas seminales y las membranas celulares. Medios con pH extremos (muy ácidos o muy alcalinos) pueden dañar las membranas, alterando su permeabilidad y afectando negativamente la absorción de agua (imbibición), el primer paso crucial para la germinación (Bewley et al., 2013).
Actividad Enzimática: Este es quizás el mecanismo más importante. Las enzimas involvedas en la germinación (amilasas, proteasas, lipasas) tienen un pH óptimo de actividad. Un pH fuera de este rango desnaturaliza las proteínas enzimáticas o reduce drásticamente su eficiencia.
pH Ácido: Puede inhibir enzimas clave para la hidrólisis de almidón y la respiración.
pH Alcalino: Puede afectar la movilización de reservas proteicas y la división celular.
Movilización de Reservas: La hidrólisis de los nutrientes almacenados en el endospermo o los cotiledones (almidón, proteínas, lípidos) depende de enzimas cuya actividad es regulada por el pH. Una alteración del pH puede "bloquear" el acceso a la energía necesaria para que la plántula emerja (Shu et al., 2022).
Disponibilidad de Nutrientes y Elementos Tóxicos: El pH del medio gobierna la solubilidad y disponibilidad de micronutrientes esenciales (como Fe, Mn, Zn) y macronutrientes (como P). Por ejemplo, en suelos muy ácidos, elementos como el aluminio (Al) y el manganeso (Mn) se solubilizan y pueden alcanzar concentraciones tóxicas para el embrión. En suelos muy alcalinos, nutrientes como el hierro y el fósforo se vuelven insolubles y no disponibles (Kaur & Asthir, 2017).
Expresión Génica: Estudios recientes sugieren que el pH ambiental puede actuar como una señal que regula la expresión de genes relacionados con la ruptura de la dormancia y el inicio de la germinación, aunque este es un campo de investigación en desarrollo.
Evidencia Empírica y Ejemplos de la Literatura
Los estudios demuestran que la respuesta al pH es altamente específica de la especie:
Especies Adaptadas a Suelos Ácidos: Como muchas ericáceas o plantas de turberas, suelen germinar mejor en medios ligeramente ácidos (pH 4.0 - 5.5). Un pH neutro o alcalino les es perjudicial.
Especies de Suelos Alcalinos/Calcáreos: Plantas adaptadas a suelos con alto contenido de calcio, como algunas orquídeas o plantas de matorrales mediterráneos, toleran y prefieren rangos de pH más altos (7.0 - 8.5).
Cultivos Agrícolas: La mayoría de los cultivos (maíz, trigo, soja, lechuga) muestran una germinación óptima en un rango ligeramente ácido a neutro (pH 6.0 - 7.5). Un estudio clásico de Ayers (1952) ya demostraba que la germinación de trigo y cebada se veía severamente afectada a pH menores a 4.0 o mayores a 9.0.
Ejemplo concreto de un estudio:
Un trabajo de Chachalis y Smith (2000) investigó el efecto del pH en la germinación de semillas de malas hierbas. Encontraron que especies como Sicklepod (Senna obtusifolia) germinaban consistentemente (>80%) en un amplio rango de pH (4 a 9), mostrando alta tolerancia. Otras especies, sin embargo, veían su germinación reducida a menos del 20% fuera del rango neutro. Esto ilustra la plasticidad y adaptación de diferentes especies.
Inhibición en pH Extremos:
La inhibición casi total de la germinación en pH muy bajos (<4.0) suele atribuirse al daño directo en los tejidos del embrión por la alta concentración de iones H⁺ (acidez), mientras que en pH muy altos (>9.0) se atribuye a la alteración de los procesos metabólicos y al estrés iónico causado por iones OH⁻ (alcalinidad).
Conclusión
En conclusión, el pH es un regulador ambiental fundamental de la germinación. Su efecto se ejerce a múltiples niveles, desde la integridad física de las membranas hasta la fina regulación del metabolismo enzimático. No existe un pH "ideal" universal, sino que la respuesta es un reflejo de la adaptación evolutiva de cada especie a su nicho ecológico original. Comprender estos requisitos es esencial para la agricultura (manejo de suelos, siembra), la restauración ecológica (elección de especies para suelos degradados) y la conservación de la biodiversidad.
Efecto del pH sobre los materiales:
El pH, que mide la acidez o alcalinidad de un medio acuoso, es un factor crítico de degradación para una enorme variedad de materiales. Su efecto es omnipresente en la corrosión de metales, la degradación de polímeros, la lixiviación y erosión de cerámicas y vidrios, y la alteración de materiales biológicos. El mecanismo de degradación es específico para cada clase de material e implica reacciones electroquímicas (metales), hidrólisis (polímeros), reacciones de disolución (cerámicas) y desnaturalización (biomateriales). La comprensión de estos efectos es vital para la selección de materiales, la protección contra la corrosión, la ciencia de la conservación y el diseño de vida útil de productos.
Efecto del pH por Tipo de Material (Fundamentación Científica)
1. Metales y Corrosión
El efecto del pH sobre los metales está gobernado principalmente por la electroquímica de la corrosión.
Mecanismo General: La corrosión metálica en medios acuosos es un proceso electroquímico que implica la oxidación del metal (ánodo) y la reducción de una especie en el medio (cátodo, a menudo iones H⁺ u O₂). El pH influye directamente en la cinética de estas reacciones.
Medios Ácidos (pH < 7): Los altos niveles de iones H⁺ (protones) facilitan la reacción catódica de reducción de hidrógeno (2H⁺ + 2e⁻ → H₂). Esto acelera enormemente la corrosión de la mayoría de los metales, especialmente aquellos que no forman óxidos protectores estables a pH bajo, como el hierro, el zinc y el aluminio. El aluminio, por ejemplo, es anfótero y se corroe rápidamente tanto en ácidos fuertes como en bases fuertes, pero es pasivo (y muy resistente) en un rango de pH neutro (aproximadamente 4.5 a 8.5) debido a una capa protectora de óxido de aluminio (Revie & Uhlig, 2008).
Medios Alcalinos (pH > 7): La corrosión suele estar controlada por la solubilidad de los productos de corrosión (óxidos e hidróxidos). Algunos metales, como el aluminio, zinc, plomo y estaño, son anfóteros, lo que significa que sus óxidos se disuelven en soluciones alcalinas, lo que lleva a una alta tasa de corrosión. Por el contrario, metales como el acero al carbono forman una capa pasiva estable de hidróxido férrico (Fe(OH)₃) en condiciones alcalinas, lo que los hace muy resistentes a la corrosión en el hormigón (pH ~12.5-13.5), protegiendo las armaduras (Fontana, 2005).
Pasivación: Muchos metales de ingeniería, como el acero inoxidable, el titanio y el níquel, dependen de la formación de una película de óxido delgada, adherente y protectora (capa pasiva). El rango de pH en el que esta capa es estable varía según el metal. Fuera de este rango, la película se disuelve y se produce corrosión uniforme o localizada (picadura).
2. Polímeros y Plásticos
La degradación de los polímeros por pH es principalmente química, a través de reacciones de hidrólisis.
Hidrólisis: Es la scisión de los enlaces químicos de la cadena polimérica (p. ej., ésteres, amidas, uretanos) por reacción con el agua. Tanto los ácidos (hidrólisis ácida) como las bases (hidrólisis alcalina) pueden catalizar esta reacción, acelerando la degradación.
Resistencia Variable: La resistencia al pH depende de la estructura química del polímero.
Polímeros de Alta Resistencia Química: El politetrafluoroetileno (PTFE - Teflón®) y el polipropileno (PP) son extremadamente resistentes a una amplia gama de pH debido a la fortaleza de sus enlaces carbono-carbono y carbono-flúor y a su naturaleza hidrofóbica.
Polímeros Sensibles: Poliésteres, policarbonatos y poliamidas (Nylon) son susceptibles a la hidrólisis, especialmente a pH extremos y altas temperaturas. Esto conduce a la pérdida de peso molecular, reducción de la resistencia mecánica, fragilización y finalmente fallo (Ehrenstein & Pongratz, 2013).
Plasticización: La exposición a medios ácidos o alcalinos puede causar la absorción de agua o iones, que actúan como plastificantes, ablandando el polímero y modificando sus propiedades mecánicas.
3. Cerámicas, Vidrios y Concreto
Estos materiales inorgánicos sufren degradación por ataque químico, donde el pH es el factor dominante.
Vidrios de Silicato: La red de sílice (SiO₂) es atacada por iones OH⁻. En medios alcalinos, se produce una lixiviación y la ruptura de los enlaces Si-O-Si, lo que debilita la estructura. Este es un problema crítico para los contenedores de vidrio que almacenan medicamentos inyectables, donde se deben controlar estrictamente los niveles de lixiviados alcalinos (Bunker et al., 1986). Los medios ácidos también pueden lixiviar cationes modificadores de la red (como Na⁺, Ca²⁺), dejando una capa de sílice porosa en la superficie.
Concreto: El componente cementante del concreto, la pasta de cemento Portland, es altamente alcalino (pH ~13). La carbonatación es un proceso de neutralización donde el CO₂ de la atmósfera difunde en el concreto y reacciona con los hidróxidos (como el Ca(OH)₂), reduciendo el pH a ~8-9. Esta reducción del pH despassiva la capa protectora de las armaduras de acero, iniciando su corrosión. Además, los ácidos (p. ej., ácido sulfúrico de la lluvia ácida) disuelven directamente los compuestos del cemento, provocando erosión y pérdida de masa (Mehta & Monteiro, 2014).
4. Materiales Biológicos y Biomateriales
Proteínas y Enzimas: Tienen un rango de pH óptimo para su estructura y función. Los pH extremos causan desnaturalización, una alteración irreversible de su estructura tridimensional, leading a la pérdida de actividad biológica (p. ej., coagulación de la leche al añadir vinagre).
Biomateriales Implantables: La estabilidad en el entorno fisiológico (pH ~7.4) es un requisito clave. Aleaciones como el Titanio Ti-6Al-4V son elegidas por su excelente resistencia a la corrosión y biocompatibilidad en este rango de pH. Su degradación en medios no fisiológicos (ácidos) puede liberar iones metálicos potencialmente tóxicos (Geetha et al., 2009).
Conclusión
El pH es un parámetro ambiental decisivo que dicta la durabilidad y el rendimiento de los materiales. Su efecto puede ser de naturaleza electroquímica (metales), química (polímeros, cerámicas) o biofísica (materiales biológicos). La selección de un material para una aplicación específica debe considerar siempre el rango de pH al que estará expuesto durante su vida útil. La ingeniería de materiales busca constantemente desarrollar nuevos compuestos y recubrimientos para mitigar estos efectos degradativos.
Efecto del pH sobre los microorganismos:
El pH es un factor abiótico maestro que estructura las comunidades microbianas (bacterias, archaea, algas, hongos y protozoos) en los ecosistemas de agua dulce, como el río Aconcagua. Actúa como un filtro ambiental que selecciona a los taxa capaces de tolerar condiciones específicas de acidez o alcalinidad, regulando directamente su fisiología, actividad metabólica y funciones ecosistémicas. Las alteraciones del pH natural de un río, ya sea por contaminación antrópica (e.g., drenaje ácido de minas, efluentes industriales) o procesos naturales (e.g., actividad volcánica), provocan cambios dramáticos en la diversidad, composición y funcionamiento de la microbiota acuática, sirviendo como un potente bioindicador de la salud del ecosistema.
Mecanismos de Acción del pH en los Microorganismos Acuáticos (Fundamentación Científica)
El pH influye en los microbios a través de múltiples vías fisiológicas y bioquímicas:
Integridad de la Membrana Celular y Función Proteica: El gradiente de protones (H⁺) a través de la membrana celular es fundamental para la producción de energía (ATP). Un pH externo extremo puede alterar este gradiente, dañar los lípidos de la membrana y desnaturalizar enzimas y proteínas de transporte, llevando a la pérdida de funcionalidad celular y, en última instancia, a la lisis o muerte (Madigan et al., 2021).
Disponibilidad y Toxicidad de Nutrientes y Metales:
Nutrientes: El pH controla la especiación química y la biodisponibilidad de nutrientes esenciales como el fósforo (P), el nitrógeno (N) y el hierro (Fe). Por ejemplo, en aguas muy ácidas, el fosfato puede formar complejos insolubles con aluminio y hierro, limitando su disponibilidad para el fitoplancton y las bacterias.
Metales Tóxicos: La acidez incrementa dramáticamente la solubilidad y, por tanto, la toxicidad de metales pesados como aluminio (Al), cobre (Cu), cadmio (Cd) y zinc (Zn). En un río como el Aconcagua, que recibe aportes de minería, un descenso del pH puede liberar grandes cantidades de estos metales desde los sedimentos, ejerciendo una fuerte presión tóxica sobre la comunidad microbiana (Brake et al., 2001).
Eficiencia de los Procesos Metabólicos Clave: Los microorganismos tienen rangos de pH óptimos para sus vías metabólicas. La nitrificación (conversión de amonio a nitrato), un proceso bacteriano crucial para el ciclo del nitrógeno, es extremadamente sensible a la acidez y se inhibe casi por completo a pH < 5.0 (Prosser & Nicol, 2012). Por el contrario, la metabolización de la materia orgánica por hongos acidófilos puede verse favorecida en condiciones ácidas.
Estructura de la Comunidad (Composición y Diversidad): El pH actúa como un filtro de selección fuerte. Aguas neutras a alcalinas suelen albergar una mayor diversidad de bacterias y algas. A medida que el pH desciende:
La diversidad general disminuye.
Las comunidades se vuelven dominadas por taxa acidófilos (amantes del ácido) o acidotolerantes.
Se observa un cambio desde comunidades dominadas por bacterias hacia otras donde los hongos filamentosos y las levaduras adquieren mayor relevancia en la descomposición de la materia orgánica.
Evidencia Empírica y Aplicación al Contexto del Río Aconcagua
La literatura sobre microorganismos en ríos afectados por actividades mineras es amplia y aplicable al caso del Aconcagua:
Cambios en la Comunidad: Estudios en ríos afectados por drenaje ácido de minas (AMD) muestran consistentemente una simplificación de la red microbiana. Las comunidades en tramos ácidos están dominadas por bacterias quimiolitotrofas acidófilas, como Acidithiobacillus ferrooxidans y Leptospirillum ferrooxidans, que obtienen energía oxidando hierro y azufre, perpetuando así la acidez (Baker & Banfield, 2003). La comunidad algal, base de la red trófica, se reduce drásticamente, often limitándose a unas pocas especies de diatomeas tolerantes a metales.
Pérdida de Funciones Ecosistémicas: La inhibición de la nitrificación y una menor eficiencia en la descomposición de la materia orgánica (litter breakdown) son consecuencias directas de la acidificación. Esto altera los ciclos biogeoquímicos del río, reduce la disponibilidad de alimento para macroinvertebrados y peces, y degrada la calidad del agua de forma general (Battin et al., 2016).
Bioindicadores: La composición de la comunidad de diatomeas (algas microscópicas con valvas de sílice) es uno de los indicadores más sensibles y utilizados para inferir el pH histórico de un cuerpo de agua. Existen índices diatomológicos bien establecidos (e.g., Índice de Diatomeas Pampeano - IDP) que correlacionan la presencia/ausencia de especies específicas con rangos de pH, permitiendo monitorizar cambios en la calidad del agua (Lowe & Laliberte, 2007). Un estudio en el río Aconcagua probablemente encontraría una transición desde assemblages de diatomeas neutro-alcalinas en sus tramos altos no afectados, hacia comunidades dominadas por especies acidófilas (e.g., del género Eunotia) en zonas impactadas por actividades humanas.
Conclusión
Para un río como el Aconcagua, el pH es mucho más que un parámetro químico; es un determinante fundamental de su salud microbiológica y, por extensión, de todo el ecosistema. Las alteraciones del pH hacia valores extremos, comúnmente asociadas a la contaminación minera o industrial, provocan:
Una reducción drástica de la diversidad microbiana.
Un cambio en la composición de la comunidad hacia especies acidófilas y tolerantes a metales.
La disfunción de procesos ecosistémicos clave, como el ciclado de nutrientes.
La toxicidad aguda para la biota debido a la mobilización de metales.
La monitorización de los parámetros microbiológicos (diversidad, grupos funcionales) y de las comunidades de bioindicadores (diatomeas) proporciona una herramienta robusta para evaluar el impacto de los cambios de pH y la efectividad de las medidas de remediación en la cuenca del Aconcagua.
Referencias
Bewley, J. D., Bradford, K. J., Hilhorst, H. W. M., & Nonogaki, H. (2013). Seeds: Physiology of Development, Germination and Dormancy (3rd ed.). Springer Science & Business Media. (Obra de referencia fundamental en fisiología de semillas).
Shu, K., Qi, Y., Meng, Y., et al. (2022). pH: A Key Signal in Germination and Seed Dormancy. Journal of Agricultural and Food Chemistry, 70(29), 8901-8911. (Artículo de revisión reciente que profundiza en los aspectos de señalización).
Kaur, G., & Asthir, B. (2017). Molecular responses to drought stress in plants. Biologia Plantarum, 61(2), 201-209. (Aunque trata sobre estrés, explica mecanismos de estrés abiótico aplicables, como la disponibilidad de nutrientes en función del pH).
Ayers, A. D. (1952). Seed germination as affected by soil moisture and salinity. Agronomy Journal, 44(2), 82-84. (Estudio clásico que incluye entre sus variables el efecto del pH).
Chachalis, D., & Smith, M. L. (2000). Factors affecting seed germination and emergence of sicklepod (Senna obtusifolia). Weed Science, 48(5), 505-510. (Ejemplo de estudio empírico con una especie específica).
Madigan, M. T., Bender, K. S., Buckley, D. H., Sattley, W. M., & Stahl, D. A. (2021). Brock Biology of Microorganisms (16th ed.). Pearson. (Texto de referencia estándar en microbiología, con capítulos dedicados al crecimiento microbiano y ecología, incluyendo los efectos del pH).
Brake, S. S., Connors, K. A., & Romberger, S. B. (2001). A river runs through it: impact of acid mine drainage on the geochemistry of West Little Sugar Creek pre- and post-reclamation at the Green Valley coal mine, Indiana, USA. Environmental Geology, 40, 1471-1481. (Ejemplo de estudio sobre el impacto de drenaje ácido de minas en la geoquímica y, por implicación, la ecología microbiana de un curso de agua).
Prosser, J. I., & Nicol, G. W. (2012). Archaeal and bacterial ammonia-oxidisers in soil: the quest for niche specialisation and differentiation. Trends in Microbiology, 20(11), 523-531. (Revisión que destaca la sensibilidad de los microorganismos nitrificantes al pH).
Baker, B. J., & Banfield, J. F. (2003). Microbial communities in acid mine drainage. FEMS Microbiology Ecology, 44(2), 139-152. (Revisión clásica sobre las comunidades microbianas adaptadas a ambientes extremadamente ácidos como los generados por la minería).
Battin, T. J., Besemer, K., Bengtsson, M. M., Romani, A. M., & Packmann, A. I. (2016). The ecology and biogeochemistry of stream biofilms. Nature Reviews Microbiology, 14(4), 251-263. (Revisión exhaustiva que explica cómo las condiciones ambientales, como el pH, afectan a las biopelículas microbianas en los ríos, que son centros de actividad metabólica).
Lowe, R. L., & Laliberte, G. D. (2007). Benthic stream algae: distribution and structure. In Methods in Stream Ecology (2nd ed.). Academic Press. (Capítulo que describe el uso de algas bentónicas, especialmente diatomeas, como bioindicadores de la calidad del agua, incluido el pH).





Comentarios